¿Es seguro el consumo de la estevia para los niños?
La gestión del consumo de azúcares agregados, sobre todo en la alimentación infantil, es un tema en el que se hace cada vez más hincapié a nivel mundial. La estevia de origen vegetal se ha estudiado en profundidad, y se ha demostrado que es una alternativa segura para sustituir azúcares y los edulcorantes artificiales.
Numerosas organizaciones reguladoras internacionales de todo el mundo, entre ellas el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la Organización Mundial de la Salud, la FAO y la OMS, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y la Administración de Alimentos y Medicamentos, han determinado que el extracto de estevia de alta pureza es seguro para el consumo de la población general, incluidos los niños, cuando se ingiere en los niveles recomendados.
Después de una serie de revisiones y aprobaciones, estos organismos reguladores establecieron una ingesta diaria admisible (ADI) para glucósidos de esteviol de alta pureza (≥95%) expresada en equivalentes de esteviol de hasta 4 miligramos por kilogramo de peso corporal por día.
La obesidad y el control del peso siguen siendo preocupaciones importantes de salud pública en cuanto a los niños. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, a nivel mundial, más del 18% de los niños de entre 5 y 19 años tienen sobrepeso o son obesos, y los niveles han aumentado rápidamente en muchos países y regiones en los últimos años.1 A nivel mundial, se estima que en 2019 la cantidad de niños menores de 5 años con sobrepeso superó los 38.2 millones.
De cada 5 adolescentes obesos, 4 seguirán teniendo problemas de peso en la edad adulta3, lo que aumentará su riesgo de padecer diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, asma y dificultades para dormir, lo que, a su vez, convierte a la obesidad infantil en uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI.4
Por ejemplo, la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) en niños y adolescentes representó menos del 3% de todos los casos de diabetes de diagnóstico reciente en 1990 y, en la actualidad, representa hasta el 45% de los casos de diagnóstico reciente entre los adolescentes.5
La creciente preocupación por el aumento de la obesidad infantil ha llevado a muchas organizaciones de salud pública a establecer nuevas directrices para ayudar a reducir la cantidad de azúcares añadidos en la alimentación a menos del 5% de la ingesta energética total.
En 2015, la OMS recomendó reducir la ingesta de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta energética total y una reducción adicional a menos del 5% o aproximadamente 25 gramos (6 cucharaditas) por día para obtener beneficios adicionales para la salud.6 Las Guías Alimentarias para Estadounidenses de 2015-2020 recomiendan limitar las calorías de los azúcares añadidos a un máximo de 10% por día, que equivale a 200 calorías, o alrededor de 12 cucharaditas, para una dieta de 2000 calorías.7 La agencia Public Health England (PHE) del Reino Unido también adoptó una directriz en 2015 para restringir el consumo de azúcares a menos del 5% del consumo total de energía, según una revisión exhaustiva sobre los carbohidratos y la salud realizada por el Comité Asesor Científico sobre Nutrición (SACN).8
El consumo actual de azúcares extrínsecos no lácteos en el Reino Unido supera estas recomendaciones, y hay una tasa más alta en niños de 4 a 10 años (13.4% de la energía alimentaria) y de 11 a 18 años (15.2% de la energía alimentaria).9 Una revisión reciente recopiló datos de encuestas alimentarias representativas a nivel nacional de todo el mundo e informó que la ingesta estimada de azúcares agregados era mayor en niños en edad escolar y adolescentes (hasta el 19% de la energía total) en comparación con niños más pequeños.10
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron un documento informativo Data Brief en enero de 2017 en el que se informaba sobre el consumo de bebidas azucaradas entre niños y adolescentes según los datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de 2011-2014.11 El informe reveló que casi dos tercios de los niños y niñas consumían al menos una bebida endulzada con azúcares en un día determinado. Los varones consumieron un promedio de 164 kilocalorías (kcal) de bebidas endulzadas con azúcares, lo que constituyó el 7.3% de la ingesta calórica diaria total. Las niñas consumieron un promedio de 121 kcal de bebidas endulzadas con azúcares, lo que constituyó el 7.2% de la ingesta calórica diaria total.
Potencial de la estevia para reducir los azúcares añadidos en la alimentación infantil
En 2016, un grupo de expertos formuló recomendaciones para que los fabricantes de alimentos y bebidas redujeran los azúcares, como la reformulación, la reducción del tamaño de las porciones, el etiquetado y la educación del consumidor. Los hallazgos de este panel se publicaron recientemente en la revista Perspectives in Public Health.12 De las cinco recomendaciones generadas, el primer lugar lo ocupó el uso más generalizado de edulcorantes no nutritivos, como la estevia, por tener el mayor potencial para ayudar a los consumidores a reducir su consumo de azúcares libres.
Los alimentos y las bebidas que contienen estevia pueden desempeñar un papel importante en la reducción de las calorías de edulcorantes no deseados en la alimentación infantil. En la actualidad, hay miles de productos que contienen estevia de origen natural en el mercado, desde bebidas hasta aderezos para ensaladas y barras de cereales, que permiten a los niños consumir alimentos y bebidas con un excelente sabor sin calorías agregadas.
Con respecto a la ingesta segura de estevia entre los niños, se llevó a cabo un estudio transversal para obtener orientaciones prácticas sobre el consumo de edulcorantes no nutritivos entre niños con diabetes tipo 1.13 Los investigadores descubrieron que hay pocas posibilidades de que los niños con diabetes tipo 1 superen la ingesta diaria admisible de edulcorantes no nutritivos. Sobre la base de un ejercicio de simulación que realizaron, los investigadores establecieron orientaciones prácticas que pueden utilizarse para edulcorantes no nutritivos, como la estevia, en niños que padecen diabetes tipo 1:
- Un máximo de un vaso de refresco dietético (150 ml), un vaso de bebidas lácteas y tres rebanadas de pan untadas con una misma pasta con edulcorantes al día para niños de 4 a 6 años con diabetes tipo 1.
- Un máximo de dos vasos de refresco dietético (300 ml) y dos vasos de bebidas lácteas con edulcorantes (300 ml) al día para niños de 7 a 12 años.
- Un máximo de tres vasos (450 ml) de refresco dietético al día para jóvenes de 13 a 18 años.
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REFERENCIAS
World Health Organization. (2021). Obesity and overweight. World Health Organization. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/obesity-and-overweight WHO Global
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Freedman DS, Khan LK, Serdula MK, Dietz WH, Srinivasan SR, Berenson GS. The relation of childhood BMI to adult adiposity: the Bogalusa Heart Study. Pediatrics 2005;115(1):22–7
Biro FM, Wien M. Childhood obesity and adult morbidities. Am J Clin Nutr. 2010;91(5):1499S–505S.
Pinhas-Hamiel O, Zeitler P. The global spread of type 2 diabetes mellitus in children and adolescents. J Pediatr 2005;146:693-700
World Health Organization (WHO). Guideline: Sugars Intake for Children and Adults. Geneva: WHO, 2015.
U.S. Department of Health and Human Services and U.S. Department of Agriculture. 2015–2020 Dietary Guidelines for Americans. 8th Edition. December 2015. Available at http://health.gov/dietaryguidelines/2015/guidelines/.
SACN (Scientific Advisory Committee on Nutrition) (2015) Carbohydrates and Health. Available at: www.gov.uk/government/publications/sacn-carbohydrates-and-health-report
Bates B, Cox L, Nicolson S et al. National Diet and Nutrition Survey: Results from Years 5 and 6 (combined) of the Rolling Programme (2012/13–2013/14). (edPublic Health England and The Food Standards Agency). PHE Publications gateway number: 2016248. London: PHE, 2016. https://www.gov.uk/government/uploads/system/uploads/attachment_data/file/551352/NDNS_Y5_6_UK_Main_Text.pdf
Newens K.J., Walton J. A review of sugar consumption from nationally representative dietary surveys across the world. (2016) J Hum Nutr Diet. 29, 225–240 doi: 10.1111/jhn.12338
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Dewinter, L. et al (2016) Dietary intake of non-nutritive sweeteners in type 1 diabetes mellitus children, FOOD ADDITIVES & CONTAMINANTS: PART A, 2016 VOL. 33, NO. 1, 19–26 http://dx.doi.org/10.1080/19440049.2015.1112039